La separación matrimonial es cara

Hoy en Invierte en Tu Descanso analizamos el tema de la separación matrimonial. En qué consiste, cuál es su coste, qué otras opciones hay, cómo llevarla a cabo y todos los condicionantes que conlleva.

Nuestro punto de partida es definir en qué consiste la separación matrimonial. Es un estado intermedio entre el matrimonio y el divorcio. Cuando un matrimonio se separa cesa la convivencia conyugal, pero siguen estando casados, por tanto si conocen a otra persona no podrán casarse con ella, hasta que firmen el divorcio.

Por tanto, la separación matrimonial trae determinados condicionantes: cese de la convivencia, liquidación de los bienes del matrimonio; en función del régimen de gananciales o separación de bienes en el que se casaron, a partir de la separación, el matrimonio se rige por separación de bienes, en caso de descendencia se dictará un régimen de custodia, pensión y visitas para los hijos, pérdida de los derechos hereditarios que tiene el cónyuge.

Separación matrimonial

¿Qué cuesta separarse?

A la hora de separarse un matrimonio puede optar por separación de hecho o separación judicial, la primera opción es la más barata, pero no tiene efectos jurídicos, simplemente se cesa la convivencia y los cónyuges pactan sus condiciones. Para que esta separación de hecho tenga efectos legales debe acudirse al juzgado, con los consecuentes costes de abogados, tasa judiciales, documentos. Si la separación es de mutuo acuerdo es más barata, en muchos casos no supera los 1.000 euros.

Si por el contrario, la separación no es de acuerdo común, será el juez quien deba establecer todos los condicionantes que supone la nueva situación matrimonial, el proceso se alargará y si no existe acuerdo y se recurren las decisiones judiciales, el proceso se encarece por las costas de abogados y profesionales jurídicos.

Otras opciones antes de separarse

Si tras la separación los cónyuges deciden finalmente poner fin al matrimonio con la firma del divorcio, tendrán que hacer cargo de más costes, de ahí que hoy en día, y más con la aparición del divorcio exprés muchas parejas opten por esta figura, que supone el fin del matrimonio y solo se corre con los gastos de este trámite.

A la hora de divorciarse también puede reducirse el coste si el divorcio es de mutuo acuerdo, donde las partes pactan una serie de cláusulas que se comprometen a cumplir, este convenio regulador, redactado por los abogados de ambas partes, debe ser aprobado por el juez para que tenga validez.

Si no hay acuerdo y las partes acuden a un divorcio contencioso, al igual que ocurría con la separación no amistosa, los costes son mayores y el proceso puede dilatarse mucho en el tiempo, sobre todo a la hora de aceptar las condiciones de custodia, pensiones compensatorias, disolución de los bienes matrimoniales, cuanto más tiempo y desacuerdo exista más caro será el proceso de divorcio, también el coste va en función de las minutas del abogado que se contrate.

Un capítulo aparte, merece otra figura que implica el fin del matrimonio. Se trata de la nulidad matrimonial, en este caso los costes son elevados. Recibir la nulidad significa que a efectos legales el matrimonio no llegó a realizarse. En el divorcio sí se reconoce que hubo matrimonio pero la unión se extinguió.

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