Los préstamos al consumo nos pueden ayudar a comprar aquellas cosas que necesitamos y no podemos costear. Es una forma de aligerar en el corto plazo nuestra economía familiar, pero debemos saber algunas cosas sobre ellos, para poder aprovecharlos y solicitarlos de forma adecuada.
En Invierte en tu Descanso analizamos el mercado de préstamos al consumo y os damos algunos consejos sobre cómo pedirlo, dónde, en qué consisten. Pero, antes de daros estos consejos, ¿qué tal si comenzamos primero aclarando qué son los préstamos al consumo y qué los diferencia de los créditos al consumo?
La diferencia entre un préstamo y un crédito es que en el caso del préstamo el prestatario concede una cantidad fija que el consumidor debe devolver en los términos establecidos en el contrato. Sin embargo, en un crédito se establece una cantidad, pero el consumidor puede gastarla en su totalidad, en parte o no gastarla. Pagará los intereses en función de la cantidad utilizada, es como si obtuviese una tarjeta de crédito y gastará en función de sus necesidades. Una vez aclarada esta diferencia, veamos en qué consisten.
El Banco de España explica que los préstamos o créditos al consumo se engloban dentro de la categoría de préstamos personales y están regulados por la Ley 16/2011, de 24 de junio, de contratos de crédito al consumo. Se trata de aquellos préstamos que una persona física o jurídica (empresario) concede a un consumidor para que éste pueda satisfacer una necesidad personal. Se incluyen en este tipo, la financiación a plazos, apertura de crédito, préstamos cuyo importe asciende al menos a 200 euros. Por tanto, cuando estamos comprando a plazos, financiando una compra, estamos contratando un crédito al consumo.
Entre las particularidades de estos préstamos al consumo destaca que el tipo de interés que aplican las entidades de crédito son más elevados que por ejemplo un crédito hipotecario, aunque son más fáciles de obtener que éstos. A la hora de concedernos un crédito, la entidad analiza una serie de documentos que demuestran nuestra solvencia, capacidad para devolver el préstamo (declaración de la renta, nómina, contrato de trabajo, relación de bienes patrimoniales) y nos solicitará una garantía que aunque no sea específica, como en el caso de la hipoteca cuya garantía de cobro es la propia casa, en los créditos al consumo en caso de impago, el prestador podrá actuar sobre nuestros bienes presentes y futuros con el fin de satisfacer la devolución del dinero prestado y los intereses. Otra de sus particularidades es que cuentan con un menor plazo de devolución que los préstamos hipotecarios.
¿Qué debemos analizar en los préstamos al consumo?
Son muchas las opciones de créditos al consumo que encontramos en el mercado. Antes de contratar alguno de ellos hay que comparar entre varias opciones, tipos y entidades. Puede ser que en algunos casos el tipo de interés sea menor, pero esto no significa que la cantidad a devolver lo sea también, ya que dicho crédito puede conllevar el pago de más comisiones o condiciones de devolución más estrictas. Para facilitaros la labor de comparar entre varios tipos de créditos el consumo, encontramos en Internet, varias webs que realizan esta labor de comparación. Con una simple búsqueda en Google encontraréis muchos comparadores (rastreator.com, busconomico.com, comparalo.com, kelisto.com…).
A la hora de comparar entre las diversas opciones de préstamos al consumo hemos de fijarnos muy bien en la letra pequeña, en ella se engloban muchas de las características y condiciones que hacen que un crédito sea mejor que otro. Las analizamos a continuación.
Debemos tener en cuenta el tipo de interés, es importante saber el TIN (tipo de interés nominal) y el TAE (tasa anual equivalente), puede ser que el primero sea bueno pero la TAE sea elevada porque esconde gastos y comisiones que debemos satisfacer.
Hemos de estudiar bien las comisiones. Hay préstamos que cuentan con una elevada comisión de apertura que incrementará el dinero a devolver, también pueden existir comisiones de amortización anticipada, en caso de querer devolver antes del plazo fijado el dinero, comisiones de estudio o comisiones de cancelación.
Hay algunos préstamos que para su contratación obligan también a la contratación de un seguro, cuyo coste hemos de pagar. También en algunos casos obligan a contratar determinados servicios con la entidad que nos da el crédito (tarjetas, domiciliación de recibos, domiciliación de la nómina, planes de pensiones, planes de ahorro).
Es valorable que existan determinadas condiciones especiales en caso de que por determinadas condiciones haya algún mes que no podamos cumplir con el pago. Es lo que se conoce como periodo de carencia.
¿Dónde podemos obtener un préstamo al consumo?
En la actualidad son muchos los lugares donde podemos acudir en caso de necesitar un préstamo al consumo, incluso podemos contratarlo vía online, a través de los servicios de banca electrónica o entidades, particulares y comercios que ofrezcan estos servicios en Internet.
Hoy podemos optar por la opción tradicional y acudir a nuestra entidad bancaria a solicitar nuestro préstamo personal, pero también podemos estudiar las condiciones que nos ofrecen otros bancos. En muchos casos pueden ser más beneficiosas ya que buscan atraer nuevos clientes. Pero recuerda analiza con lupa la letra pequeña.
Si lo preferís podéis contratarlo cómodamente desde casa, en las nuevas plataformas online de banca electrónica, suelen tener mejores condiciones, ya que necesitan de una infraestructura menor y quieren ampliar su cartera de clientes.
También podéis contratar la financiación a través del comercio donde queréis comprar el producto o servicio que necesitáis. Tienen sus propias condiciones y en muchos casos esta financiación es gratuita, no incluye comisiones, ni intereses. Es una forma de pagar cómodamente a plazos. Su objetivo es vender más, por ello ofrecen estas condiciones tan ventajosas.
Otra opción es acudir a un prestamista privado, piden menos condiciones para dar el préstamo que los bancos y se suele obtener el dinero con más rapidez, pero los interese suelen ser mayores.
Por último está la opción de obtener el préstamo de manos de otro particular. En Internet encontramos webs que ponen en contacto a personas que necesitan un crédito, con personas que están dispuestas a concederlo. En este caso también suele pagarse un interés mayor y una comisión a la web que pone en contacto a ambos, pero los trámites son menores.
Esperamos haber resuelto vuestras dudas sobre el mercado de créditos al consumo y os animamos a compartir con nosotros vuestra opinión, podéis dejarla en el campo de comentarios. Gracias.
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