Cómo mantener el agua de la piscina en invierno

Este año, el frío ha llegado con retraso. Son muchos los afortunados que han podido disfrutar más tiempo de las piscinas al aire libre. Pero llega el momento de despedirse de los baños hasta el próximo año. Aquí os dejamos algunos consejos de cómo mantener el agua de la piscina en invierno y no tener que renovar el agua cada temporada.

Para mantener el agua de la piscina en invierno, es importante tapar la piscina con una lona o cubre piscinas. De este modo evitamos que la suciedad exterior penetre en ella. Si no contamos con una lona, también se puede mantener el agua, pero será más costoso.

Beneficios de mantener el agua de la piscina en invierno

Son varios los beneficios que obtenemos al mantener el agua de la piscina de una temporada a otra. Os detallamos algunos de ellos:

  • Las tareas de mantenimiento o invernaje de la piscina son sencillas y baratas.
  • Al mantener la piscina en condiciones óptimas durante la época de inactividad, reduce costes en la puesta a punto con la llegada del calor.
  • No se malgasta agua. Lo que es de gran relevancia teniendo en cuenta la situación de sequía que viven varias zonas de nuestro país.
  • Si el agua permanece en buen estado, evitamos la proliferación de insectos que acuden a las aguas sucias y estancadas.
  • La piscina sufre menos deterioro y se mantiene mejor estructuralmente.
  • Estéticamente es más bonito tener una piscina limpia todo el año, si no se cubre con una lona.

Mantener el agua de la piscina en invierno

Cada cuánto hay que cambiar el agua de la piscina

Como hemos visto, renovar el agua anualmente tiene un coste monetario y un coste medioambiental. Llenar una piscina todos los años supone un alto montante en el recibo del agua.

Además, el agua es un bien escaso. Un recurso natural que debemos cuidar. Si desechamos el agua de la piscina todos los años, estamos malgastando un recurso fundamental para la vida.

Los expertos recomiendan renovar el agua de la piscina como máximo cada cinco años. Además, la piscina se vacía con la llegada de la temporada. Durante el invierno y los meses de inactividad debe permanecer llena. La razón es que si vaciamos la piscina y la mantenemos vacía durante el invierno: su estructura sufre la presión de la tierra que la rodea y acaba rompiéndose. El agua permite que la presión de la tierra se contrarreste con la que ejerce ésta en la piscina. Con ello, evitamos la aparición de grietas y desconchones en la piscina.

Cómo realizar el invernaje de la piscina

Las tareas de invernaje de la piscina deben iniciarse cuando el agua de la misma se sitúe por debajo de los 15 grados de media. Alcanzadas estas temperaturas deben iniciarse las tareas de mantenimiento.

  1. Vaciamos un poco la piscina para que las lluvias venideras no la desborden, en caso de que no la cubramos con una lona.
  2. Limpiamos el fondo de la piscina y después el filtro de la depuradora.
  3. Medimos el pH y nos aseguramos de que se encuentre en los valores comprendidos entre 7 y 7,6. Si no es así, debemos aplicar los productos habituales de regulación del pH.
  4. Con la depuradora en funcionamiento, aplicamos una cloración de choque que evitará la presencia de microorganismos en el agua.
  5. Tras la cloración de choque, volvemos a medir el pH para comprobar que se mantiene en los niveles de 7 a 7,6.
  6. Filtrando el agua, añadimos entonces el producto específico para el invernaje del agua. Siguiendo las instrucciones del fabricante.
  7. Cerramos y retiramos todos los elementos de la bomba y la piscina para asegurarnos que el agua se mantendrá en reposo.
  8. En las zonas donde hace mucho frío, es importante colocar objetos flotantes que evitarán que se forme una capa de hielo en la superficie.
  9. Tapamos la piscinas con la lona.

Una vez realizadas todas estas tareas, es conveniente revisar el estado del agua una o dos veces al mes. Realizar un filtrado de dos o tres horas, esas dos veces al mes. Si no se ha puesto lona, retiramos la suciedad de la superficie, para evitar que se quede en el fondo.

En los meses de enero o febrero, conviene realizar una segunda aplicación del producto invernador. Cuando el agua supere los 15 grados de media entonces iniciamos el tratamiento típico del verano.

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