En el artículo de hoy analizamos qué ha causado el desabastecimiento de colchones que se está produciendo actualmente y cuáles son las consecuencias de esta falta de superficies de descanso.
Causas del desabastecimiento de colchones
La pandemia de Covid-19 no solo está suponiendo una crisis sanitaria a nivel mundial, la economía se ha visto afectada negativamente, entrando en situación de crisis.
El Covid-19 ha traído a nivel económico un aumento del desempleo, una pérdida de calidad de vida, el cierre de muchas empresas y negocios, un aumento del déficit y endeudamiento tanto a nivel familiar como del sector público.
Si nos fijamos en el sector del descanso, la pandemia ha supuesto un desabastecimiento de colchones y otros artículos como almohadas, ropa de cama, bases, canapés…
A continuación vemos algunas de las causas que han provocado este desabastecimiento.
Escasez de materias primas
La necesidad de materiales de protección como guantes, EPIs, mascarillas supone que muchas de las materias primas que se utilizan para fabricar colchones se dediquen a la producción de estos artículos.
El látex utilizado en los núcleos y acolchados de los colchones escasea por la necesidad de producir guantes que nos protegen del Covid-19.
El textil TNT y otros tejidos que componen los acolchados y tapizados de los colchones se dedica a la fabricación de mascarillas que evitan los contagios.
En cuanto al acero que se utiliza en la fabricación de los colchones de muelles y muelles ensacados, la escasez se produce por el cierre de los puertos. China es uno de los principales países exportadores de acero.
Ceses de actividad en las fábricas
Con el objeto de contener el ritmo de propagación del virus, los gobiernos tomaron medidas para confinar a la población en sus hogares. Estas medidas dejaron en casa a muchos trabajadores. En España, a todos aquellos que no se consideraban actividades esenciales.
El confinamiento supuso el cese de actividad en muchas fábricas, entre ellas, las encargadas de producir colchones y artículos del descanso. La producción paró.
Cierre de puertos
El comercio exterior también ralentizó su actividad. Países como China, donde se piensa que surgió el virus Covid-19, se cerraron completamente al exterior. Sus puertos quedaron sin actividad.
En otros países también se ralentizaron los intercambios comerciales. Esto supuso un aumento de los costes.
En una situación de normalidad, el coste de llevar un contenedor de un país a otro es de unos 5.000 euros, la pandemia ha triplicado este coste hasta los 15.000 euros. La razón es que los contenedores viajan cargados tanto en la ida como en la vuelta, pero el confinamiento supuso que volvieran vacíos a su origen o se quedarán en destino a la espera de poder retornar.
Consecuencias del desabastecimiento de colchones
La escasez de colchones está teniendo consecuencias para los demandantes de estos productos. Estas consecuencias son:
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Subidas de precios
Si atendemos a la ley básica de economía de la Oferta y la Demanda. Se extrae que cuando la oferta es inferior a la demanda, se produce un ascenso de precios, mientras que los precios bajan, cuando la oferta supera a la demanda.
La oferta se reduce por las causas que hemos visto anteriormente: escasez de materias primas, cierre de fábricas, confinamientos.
Sin embargo, la demanda de colchones ha experimentado un crecimiento. La razón es que el confinamiento supuso pasar más tiempo en casa y muchas familias han aprovechado para redecorar su hogar y renovar sus muebles (sofás, colchones, equipos de descanso…). Era una forma de mantenerse ocupados.
Como resultado, la oferta de colchones no es suficiente para cubrir la demanda creciente, por lo que los precios se elevan para conseguir el equilibrio.
Además, los fabricantes de colchones han visto como los costes de producción se elevaban. La escasez de materias primas y de medios de transporte provocan este sobrecoste de producción. Para que su actividad siga siendo rentable, obtengan beneficio, han trasladado este aumento al precio final del producto.
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Aumento de los plazos de entrega
Otra de las consecuencias del desabastecimiento de colchones es el aumento en los plazos de entrega.
Dado el exceso de demanda respecto a la oferta, los consumidores deben esperar más tiempo para recibir sus pedidos.
¿Qué ocurrirá en el futuro?
Es lógico pensar que a medida que la pandemia se controle, los mercados volverán a la tan ansiada normalidad y se recupere el crecimiento económico.
Sin embargo, la experiencia extraída de otras crisis económicas a nivel mundial nos dice que el ritmo de recuperación es mucho más lento. La caída, desgraciadamente, es siempre más rápida y vertiginosa.
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